El Feng Shui es el estudio de las energías del medio ambiente que nos rodea y como éstas afectan al individuo. Su objetivo principal, es lograr equilibrio y armonía en el entorno, que es su esencia fundamental, para beneficio del ser humano.
Los jardines Feng Shui, vienen de miles de años atrás, cuando los agricultores chinos, observaron que los cambios en la vida de las personas, obedecían a cómo estaban situadas sus casas, teniendo como referencia a las fuerzas de la naturaleza; entonces concluyeron, que una casa que esta bien ubicada, tendría siempre buena fortuna.
Una de las prácticas más importantes del Feng Shui, es la aplicación de sus conceptos principales al jardín. El jardín de nuestra casa, es el espacio que da la bienvenida sus habitantes y a sus visitantes, por lo tanto debe ser un espacio discreto y tranquilo, que transmita paz y armonía. Toda vivienda debe disfrutar de los beneficios de un jardín equilibrado, ya que esa energía positiva y favorable, afectará en interior de la casa, llevando a los que habitan en ella, buena suerte y prosperidad.
Como podemos ver, los conceptos del Feng Shui que se aplican a los jardines, no difieren de los que se aplican al interior de la casa. La finalidad es lograr un espacio vital equilibrado y armonioso, a través del ordenamiento de los elementos naturales y el análisis de sus cualidades, forma, texturas, colores, material, etc., ubicándolos en la orientación adecuada.
Las flores tienen un especial significación y son sumamente apreciadas: son las reinas del jardín.
Debemos evitar las plantas espinosas (ej. cactus), además de las plantas con crecimiento hacia abajo (ej. sauce llorón)
La colocación de piedras, vegetación, estatuas, rocalla, elementos acuáticos, iluminación, etc., deberán dar como resultado final, un espacio sereno y atractivo, donde se cuida el más mínimo detalle y aprovechando al máximo cualquier rincón del mismo.
Otro elemento importante y vital que se debe tomar en cuenta en un jardín, es el equilibrio Yin-Yang. Los juegos de luz y sombra, los espacios húmedos y secos, la combinación de líneas rectas y curvas, deben tener un perfecto balance y armonía generando un Chi positivo que beneficiará a todos los habitantes de la casa.
El entorno inmediato que rodea el jardín, también debe ser analizado en profundidad, detectando cualquier agresión que provenga de un entorno deteriorado ecológica o urbanamente y que pueden producir “flechas negativas” (energía nociva) provenientes de elementos filosos, angulosos, formas triangulares, ángulos rectos que apuntan directamente hacia nuestra casa y jardín. Un ejemplo de ello pueden ser la presencia de carreteras cercanas, los postes de luz y teléfono, antenas, etc. El paisaje natural del entorno inmediato también se debe evaluar y analizar. La identificación del terreno de los alrededores, sus elevaciones, topografía, la presencia de ríos o agua en la zona, suelo llano y accidentado, montañas altas y rocosas... Para protegernos de esta situación el Feng Shui recomienda la utilización de vegetación, árboles arbustos o plantas en general.
Un jardín muy Yin, con demasía de vegetación y sombras impedirá el paso de energías positivas. La clave es armonizar en equilibrio, árboles altos, arbustos medianos, áreas abiertas y áreas con muchas plantas. Por otra parte un Jardín muy Yang, sin plantas altas, sin sombras, etc., dejará la casa arriesgada al ataque de energías negativas.
El sendero que conduce a la puerta principal, es otro elemento importante que debemos resolver. La forma del mismo, la elección del material de que está hecho, son elementos que cambiarán la apariencia del jardín y las sensaciones que experimentaremos cuando caminemos por él. La colocación de piedras en el sendero, pueden ser obstáculos para el fluir del Chi hacia la casa.
Las zonas de cerámica u hormigón, deben utilizarse de la forma adecuada, alternándose con zonas ajardinadas, para crear un bello efecto.
Para favorecer el fluir del Chi en el jardín debemos evitar las líneas rectas, y promover líneas onduladas, formas circulares, redondas y espirales. Los pavimentos no deben ser troceados, desordenados y desiguales, porque perturban el movimiento de la energía alterando el equilibrio.
En un jardín armonioso, vigoroso y equilibrado, no puede faltar la colocación del mobiliario. Mesas, sillas, bancos, parasoles, deben estar en perfecto estado de conservación
También existen una serie de elementos estructurales como cercas, pérgolas, esculturas, estatuas, etc., que pueden alterar la calidad energética del lugar, ya que pueden ayudar a canalizar el chi, o al contrario, mal colocados, pueden obstaculizar el fluir del mismo, produciendo estancamiento y bloqueos.
Y por último la iluminación del jardín, puede tener un efecto muy poderoso, creando Feng Shui positivo,. El uso ingenioso de la iluminación, puede ser muy eficaz a la hora corregir “defectos” en contornos desfavorables, o en lugares muy Yin.
Como hemos podido ver, aplicando las teorías y conceptos fundamentales del Feng Shui junto con sus fórmulas más poderosas, podremos lograr obtener un jardín perfectamente equilibrado y armonioso, donde circule y fluya un Chi vigoroso y positivo, que de la bienvenida a los habitantes de la casa, transmitiéndoles paz, tranquilidad y sosiego, elevando así su calidad de vida.
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Carlos Sosa
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hola, gracias por los consejos pero es difícil distinguir lo mas correcto para un jardín, existe algún curso virtual que facilite el aprendizaje de todos esos elementos positivos y negativos?
ResponderEliminarHola Lulu
ResponderEliminarCreo que Carlos Sosa tiene alguno, suscríbete a sus lecciones gratuitas y se lo preguntas directamente a su correo.